Después de la brutal supresión de la manifestación estudiantil surge el Foro Cívico, cuyo objetivo es lograr el diálogo con el poder. VH se convierte en líder y símbolo central del derrocamiento del régimen comunista en Checoslovaquia y de la transición del sistema totalitario a la democracia, que se empezará a llamar «revolución de terciopelo».
Es elegido al cargo de Presidente de la República Socialista de Checoslovaquia.
Pronuncia su primer discurso de Año Nuevo con la famosa frase: «Nuestro país no florece».
Estamos moralmente enfermos, ya que nos hemos acostumbrado a decir una cosa y pensar otra. Hemos aprendido a no creer en nada, a pasar uno del otro, a ocuparnos sólo de nosotros mismos. Los conceptos como amor, amistad, compasión, humildad o perdón han perdido su profundidad y dimensión y, para muchos de nosotros, significan tan sólo unas rarezas psicológicas o nos parece que son saludos perdidos de antaño, un poco ridículos en la época de los ordenadores y las naves espaciales.
Interviene en las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos. Durante los años venideros pronunciará cientos de discursos con motivo de sus visitas estatales, de la recepción de premios y doctorados honoríficos o durante sus visitas a las máximas organizaciones a lo largo y ancho de nuestro Planeta. A diferencia de otros presidentes, es él quien escribe sus discursos. Dedica todos sus esfuerzos, su influencia y su fama al restablecimiento de la democracia y de las libertades cívicas, así como al retorno del país a la comunidad de los Estados democráticos. Tiene un rol fundamental en la estrecha cooperación de los países centroeuropeos, y la integración de los mismos en las estructuras occidentales de seguridad, así como en la disolución del Pacto de Varsovia.
La experiencia específica de la que estoy hablando aquí, me ha dado, entre otras cosas, una gran seguridad: el conocimiento pasa delante de la existencia y no a la inversa como afirman los marxistas. Por eso también la salvación de nuestro mundo humano no se encuentra sino en el corazón del hombre, en la prudencia humana, en humildad humana y en la responsabilidad humana. Sin una revolución global en la esfera de conocimiento humano, nada cambiará para mejor ni en la esfera de la existencia humana. Será fatal el camino de este mundo hacia una catástrofe, ya sea ecológica, social o demográfica, o globalmente de nuestra civilización. Si ya no nos amenaza una guerra mundial, ni tampoco que estalle el planeta Tierra debido a las montañas de armas nucleares acumuladas, no quiere decir que hayamos ganado definitivamente la batalla. No hemos ganado, ni mucho menos. (Washington: 21 de febrero de 1990)
Encuentro de los representantes de Checoslovaquia, Hungría y Polonia. La reunión de Bratislava, iniciada por VH, será el germen de la estrecha cooperación de los países centroeuropeos, posteriormente conocido como Grupo V3 de Visegrado (tras la partición de Checoslovaquia, V4 de Visegrado).
Cumple su promesa presidencial de conducir el país hacia elecciones libres, después de las que queda nuevamente elegido al cargo de Presidente del país, que entre tanto había cambiado su nombre en República Federativa Checa y Eslovaca.
Después de veinte años de censura el público checo y eslovaco tiene la posibilidad de conocer su obra literaria. Los teatros vuelven a escenificar sus dramas, se publican sus ensayos, artículos y discursos. VH es considerado como una autoridad moral por la mayoría de la sociedad. Su esposa Olga funda el Comité de la buena voluntad, una de las primeras organizaciones caritativas en el país.
<b>POLÍTICA</b><br>La admiración hacia VH y la toma sin violencia del poder político en Checoslovaquia asegura al país un respeto nunca visto en el mundo. El nombre Havel abre las puertas de todas las importantes personalidades e instituciones en el mundo entero. Las delegaciones extranjeras más ilustres visitan el Castillo de Praga. La sociedad checa y eslovaca experimenta la transformación sin precedente de todos los ámbitos de la vida. Una vez más se colocan las bases de un Estado democrático, el país deja atrás el sistema totalitario y se torna en sociedad libre <br>con economía de mercado.<br><br><b>CASTILLO DE PRAGA</b><br> VH con sus colaboradores abre y hace revivir el Castillo de Praga, la sede histórica de los monarcas y presidentes del país. Se inician las prolongadas labores de reconstrucción y de revitalización de los jardines y en el recinto del castillo <br> se vienen turnando, una detrás de otra, exposiciones altamente apreciadas.
Es el primer presidente de un antiguo país de «detrás del telón de acero» que pronuncia un discurso en la sede de la Alianza del Atlántico Norte, en Bruselas.
En su cargo de máximo dirigente del país que ostenta la presidencia, VH comunica en Praga la disolución del Pacto de Varsovia, bloque militar de la hegemonía soviética en Europa Central y Oriental.
Se publica un libro de reflexiones de VH sobre la evolución de la democracia en Checoslovaquia y en el mundo bajo el título Meditaciones estivales. Uno de los temas del libro es la preocupación por mantener el Estado común de los checos y los eslovacos.
Se intensifican las exigencias de los eslovacos en pos de su independización. VH presenta una serie de leyes e inicia muchas reuniones con las representaciones políticas de ambas repúblicas, no obstante no se llega a un acuerdo sobre la futura forma del Estado federativo.
Después de las elecciones parlamentarias, en las que se auparon al poder las fuerzas políticas que se esforzaban por lograr la división de Checoslovaquia, VH presenta su renuncia al cargo de Presidente de la República. Comunica su renuncia inmediatamente después de conocerse la Declaración del Consejo Nacional Eslovaco sobre la soberanía de la República Eslovaca, el 17 de julio.
Después de dos años y medio de negociaciones respecto de la nueva configuración del Estado y después de casi setenta y cuatro años de existencia Checoslovaquia desaparece. A la media noche del 1 de enero de 1993 nacen dos nuevos Estados: la República Checa y la República Eslovaca.
Se dedica a reforzar la sociedad cívica, toma parte en las negociaciones sobre la entrada de la República Checa y de otros países centroeuropeos en la Alianza del Atlántico Norte y en el proceso europeo de unificación. Viaja por los cinco continentes y reflexiona sobre el estado de la civilización, la cultura y la religión. Sigue apoyando la construcción del Estado de derecho, aboga por la constitución del Senado, del Tribunal Constitucional y de la institución del Defensor del Pueblo, se pronuncia contra la violación de los derechos de las minorías, contra la excesiva influencia de los partidos políticos y contra el entrelazamiento de la influencia económica en la política. Dedica su atención al Castillo de Praga y a la organización de grandes exposiciones: «La arquitectura para la nueva democracia» (1996), «Rodolfo II y Praga» (1997) y «Diez siglos de arquitectura» (2001). En cuanto a la política nacional sus opositores políticos se fortalecen, mientras por contrario, la influencia de VH disminuye.
En el palacio de Litomyšl transcurre el primer debate de VH con los presidentes de Hungría, Alemania, Polonia, Austria y Eslovaquia. El tema es Europa Central y su rol en la unificación europea. Los encuentros se repiten anualmente en los demás países participantes y posteriormente se unen los representantes de los países de Europa Oriental y de los Balcanes.
En el Carolinum praguense pronuncia el discurso «Los checos y los alemanes rumbo hacia una buena vecindad» con el que inicia una serie de conferencias con el tema «Diálogos sobre la vecindad». Contribuye al mejoramiento histórico de las relaciones checo-alemanas. Empezando por la carta de noviembre de 1989 dirigida a Richard von Weizsäcker, Presidente de Alemania, y su visita en marzo de 1990 en el Castillo de Praga, hasta el simbólico punto final tras aprobarse la Declaración checo-alemana: discurso de VH en el Parlamento Alemán en abril de 1997 y el subsiguiente discurso de Roman Herzog, Presidente de Alemania en Praga.
Lo más simple es naturalmente no reflexionar sobre el término patria y atenerse a su significado tradicional, eventualmente seguir reforzando el concepto de patria como estructura cerrada. Es un camino no solamente sencillo, sino bastante atractivo para ciertos estratos sociales, y por lo tanto para ciertos políticos: y es que a nadie impone exigencia alguna, ya sean espaciales, intelectuales o morales, sino que, por lo contrario, ofrece a todo quien descansar cómodamente sobre el cojín de las realidades conocidas y en los brazos de la comunidad conocida. La pertenencia a dicha comunidad – como valor – máximo sale bien librada de la responsabilidad individual, convertiéndose fácilmente en una seguridad discernible en este mundo inseguro. Soy checo, alemán o francés; los checos, los alemanes o los franceses son los mejores; lo checos, los alemanes o los franceses tienen siempre razón; él que no sea checo, alemán o francés es siempre sospechoso; yo haré lo que hacen todos los checos, los alemanes o los franceses; me diluiré en la voluntad colectiva de la tribu y como elemento pasivo nadaré por la vida: y habré ganado. Esta es la forma de pensar a la que puede conducir o seducir el concepto de patria como estructura cerrada. Y llevada al extremo no precisa significar nada más y nada mejor, sino chovinismo, provincialismo, egoísmo de grupo, xenofobia y racismo. En qué desembocan estos estados de conciencia colectiva, cuando los cultivan hábilmente los líderes nacionalistas, lo sabemos todos bien: se tornan en violencia, purgas étnicas, guerras y campos de concentración. (Extracto del discurso en el Parlamento Alemán, 24 de abril de 1997)
Junto con Elie Wiesel, el Nobel de la Paz, y con el filántropo japonés Yohei Sasakawa, VH funda la iniciativa internacional, Foro 2000. Desde septiembre del 1997 notables personalidades mundiales se encuentran todos los años en la conferencia praguense.
De manera radical se extirpa a VH un tumor maligno de pulmón. Aunque la operación se desarrolló sin complicaciones, hasta el final de sus días sufrirá repetidas pulmonías.
Pronuncia un discurso ante las dos cámaras del Parlamento Checo en el que critica duramente el estado moral de la sociedad checa y de su representación política (el llamado «discurso del Rudolfinum»).
Muchos de nosotros nos burlábamos de los que hablaban de la responsabilidad global que cada uno de nosotros tenemos en el mundo actual interconectado por la civilización. Afirmaban que nosotros, como pequeño país, nos correspondía ocuparnos de nuestros pequeños problemas checos. Hoy a duras penas nos vemos obligados a convencer a nuestros propios ciudadanos, de que cualquier garantía de seguridad la tendremos únicamente en el momento en que estemos preparados para llevar nuestra parte de responsabilidad por Europa y por el mundo y por la Alianza del Atlántico Norte, y que seamos conscientes. El proclamado ideal del éxito y del beneficio cayó en ridículo porque hemos consentido que aquí surgiera un estado de cosas, en el que los más exitosos se convierten en los más inmorales y los ladrones inultos sacan el mayor beneficio. Debajo del manto del liberalismo sin atributos, para el que cualquier cosa es izquierdamente criminal, se oculta paradójicamente la doctrina marxista sobre la base y la supraestructura: la moral, la honradez, la humildad ante el orden de la naturaleza, la solidaridad, el pensamiento en los que lleguen después de nosotros, el respeto al derecho, la cultura de las relaciones entre las personas: todo ello y muchas cosas parecidas fueron enviadas a la supraestructura como esfera ligeramente ridiculizada del denominado «condimento de la vida», para que posteriormente saliera a relucir que no hay nada que pueda condimentarse: la base ya estaba vacía como un túnel.
En consonancia con sus adversarios políticos empieza una ola de ataques por parte de la prensa sensacionalista contra el presidente y su nueva esposa. La imagen pública de VH se bifurca poco a poco: para el mundo sigue siendo una de las personalidades morales más importantes del planeta Tierra, en el ambiente checo se convierte en un proscrito mediático, con el que ya simpatiza solo la minoría de los ciudadanos.
Es elegido para cumplir el segundo mandato de Presidente de la República. Sigue interviniendo a favor de la unificación europea y se dedica a las negociaciones sobre el acceso a la Alianza del Atlántico Norte. Como primer estadista, después de las negociaciones de paz, visita las ciudades bombardeadas de Sarajevo y Mostar, así como Kosovo, después de los ataques aéreos contra Yugoslavia.
La editorial praguense Torst publica las Obras completas que abarcan sus trabajos dramáticos, filosóficos, literarios y periodísticos.
La República Checa, Polonia y Hungría acceden juntas a la Alianza del Atlántico Norte. Después de nueve años y centenares de negociaciones políticas y diplomáticas culmina la visión de VH por tener la seguridad en Europa Central. Posteriormente tendrá grandes méritos en la ampliación histórica de la OTAN con otros siete países, lo que quedará confirmado en la Cumbre de la OTAN en noviembre de 2002.
Una vez concluido el segundo mandato presidencial, abandona el cargo de Presidente de la República Checa y retorna a su profesión original de autor dramático y escritor. Es un personaje influyente a escala mundial reconocido en las cuestiones de los derechos humanos y las libertades cívicas.
Se inaugura la Biblioteca de Václav Havel, que mediante la interpretación sistemática de la obra de VH recuerda la complejidad de la lucha por la democracia y la libertad en la segunda mitad del siglo XX.
Publica el libro de reflexiones presidenciales y post-presidenciales Sea breve, por favor que libremente empalma con Interrogatorio a distancia del año 1986.
(Washington, 26 de abril de 2005) Y volvemos a lo mismo: el provincianismo checo. Preocúpate de ti mismo, no te metas en asuntos ajenos, mantén baja la cabeza y no levantes la vista: estamos rodeados de montañas, los vendavales del mundo exterior pasan sobre nuestras cabezas y luego seguimos hurgando en nuestro patio. ¡Cuántos artículos sabios o libros enteros se han escrito sobre nuestro egoísmo doméstico! (…) En mi opinión, no se trata de una cuestión de carácter nacional, de algo dado genéticamente, sino más bien de ciertos tipos de comportamiento históricamente formados. (…) En nuestra historia moderna se repite la situación en que la sociedad se alza contra alguna potencia, pero luego sus dirigentes ejecutan una maniobra de retirada, una artimaña subrepticia, un compromiso, capitulan, renuncian, sacrifican algo – por supuesto con el fin de salvaguardar la existencia nacional –, y la sociedad, al comienzo traumatizada, enseguida renuncia a todo, entiende por así decirlo a sus dirigentes y finalmente cae en la apatía o el colapso. Después el fango recubre la vida pública, la escoria se apodera de los medios y sólo algunos disidentes o insurrectos se esfuerzan por mantener la continuidad del espíritu libre y de la dignidad humana, mientras que la mayoría de la población los percibe como unos provocadores que ponen innecesariamente en peligro los demás. (…) Pero atención: el provinciano sólo se atreve a gritar consignas de combate cuando no comportan ningún peligro; si en cambio se enfrenta a un contrincante poderoso y cruel, se retira e incluso se muestra servicial. Como ese miembro del Consejo de Defensa del Estado que después del golpe de Estado de Moscú no quiso apoyar a Yeltsin porque, según decía, «no sabemos cómo acabará».
Escribe la pieza de teatro La Retirada, retrato de un político y estadista que no aguanta la pérdida de su cargo político y de su posición social. Después de veinte años el autor teatral VH vuelve a los escenarios checos y mundiales. (Estreno el 22 de mayo de 2008 en el Teatro Archa, dirección David Radok.)
Los cines estrenan la película Ciudadano Havel: documental realizado por los directores cinematográficos Pavel Koutecký y Miroslav Janek, rodado durante muchos años, que recoge la presidencia de VH mediante secuencias de situaciones oficiales y detalles extravagantes.
A sus setenta y tres años de edad debuta como director de cine. Según su obra teatral La Retirada hace el rodaje del largometraje del mismo nombre (estreno el 22 de marzo de 2011).